El Programa de Proyectos Integrados Desarrollo Local Sostenible se ha configurado progresivamente- desde el proceso de su diseño como actuación del Grupo de Estudios Sociales del Dpto. de Ciencias Sociales (1991-2004), su puesta en marcha (2005) y, particularmente, durante el acompañamiento y previsión de su crecimiento a futuro, se plantean, surgen, debates, intra y extra programa; tales debates reflejan en su base tensiones entre los valores involucrados en la propuesta de continuidad y cambio de las temáticas y líneas de investigación dentro del PPI-DLS: en los valores que se dan por sentado, los nuevos, y las tensiones entre ambos.
Los últimos años, hemos navegado, en precario equilibrio, tal dinámica de producción de conocimiento y su transferencia (docencia de posgrado, formación de recursos humanos en investigación, servicios técnicos, extensión universitaria) cuya condición y balance hacemos públicas cada bienio en oportunidad en las JORNA-SOC del Dpto. de Ciencias Sociales de la UNLu.
Menos públicas, pero no menos honestas, son las circunstancias en que encaramos los cursos futuros del Programa, en particular, la disyuntiva entre: hacer “más de lo mismo con un nombre diferente” y/o apoyar y orientar a la comunidad de investigación que se ha configurado en torno al mismo (grupo, equipos, investigadores (becarios, tesistas, pasantes)) hacia la aplicación de “nuevos modos de producción de conocimiento”. Nos movemos en ese interfluvio…
En el contexto sin precedentes con que el cambio global, que expresa una nueva crisis sistémica que no es solo económica, afecta a los valores, a los modelos de sociedad, a los modos de vida, a las formas de gobernanza, en definitiva, decidir una línea de investigación es decidir un armado de las cambiantes piezas del puzle de la ORGANIZACIÓN TERRITORIAL DEL CAPITALISMO GLOBAL, que expresa sus crisis sistémicas en los espacios globales pero también los lugares próximos del espacio local, y cuestiona la sustentabilidad económica, de los modelos de sociedad, de los modos de vida, y de las formas de gobernanza.
El modelo de crecimiento y los valores sociales imperantes se ven cuestionados por nuevas actitudes. La progresiva concienciación ambiental de las últimas décadas ha comportado no solo una reacción mundial ante el cambio climático producido por el calentamiento global, sino también una actitud mucho más respetuosa hacia los ecosistemas naturales y la biodiversidad del planeta; concepto, el de biodiversidad, cada vez más asociado al de biodiversidad cultural.
Con respecto a las cuestiones complejas que caracterizan al Desarrollo sustentable -en el caso de nuestro Programa, con énfasis en la escala local-regional- hay consenso sobre que los nuevos modos de producción de conocimiento están mejor equipados para hacer frente a los cada vez más frecuentes retos urgentes de sustentabilidad.
La investigación sobre la sustentabilidad basada en estrategias metodológicas caratuladas como “nuevas formas de conocimiento” -es decir, con actores supletorios y complementarios a los científicos-, enfrenta la necesidad de considerar razones distintas (lógicas distintas) respecto del objeto y la práctica de la coproducción de conocimiento[1], dado que la misma puede racionalizarse como una forma, una manera de:
Tal concepción heterogénea de la coproducción del conocimiento muestra, por una parte, que puede considerarse de una ambigüedad útil, por la consideración explícita de diferentes actores (a los científicos) y las distintas lógicas en que se apoya, con respecto al papel de la ciencia en la sociedad, en lo que cabe a la problemática de la sustentabilidad; por otro, que predomina el ejercicio de las lógicas de rendición de cuentas y de impacto, y una tensión esencial a la hora de institucionalizar en los programas de investigación los nuevos modos de producción de conocimiento.